Por su importancia en el momento actual es de destacar el Reglamento de ejecución 2015/408 de la UE por el que se prepara la supresión de 77 materias activas que se emplean en la elaboración de productos fitosanitarios.
En apenas cuatro años se han prohibido el 72% de las 970 sustancias existentes en Europa.
Es evidente que el impacto de esta nueva normativa fitosanitaria afecta claramente a la eficiencia y la competitividad agraria.
Sin embargo, bajo mi punto de vista, abre la puerta a nuevas sustancias que generan menor impacto medioambiental.
Es crucial saber valorar una tendencia pues en la estrategia que implantemos ahora pueden estar los beneficios futuros.